"Es la materialización de un sueño, de buenos momentos". Eso responde el equipo detrás de Osaka frente a la pregunta sobre el significado de su empresa, liderada desde su surgimiento por su dueño, el gastronómico Agustín Latorre. El restaurante de cocina nikkei con sucursales en Palermo y Puerto Madero dice presente también en ciudades como Lima y Miami. Nació como un espacio que busca mostrar la aventura de sus creadores en Asia, adonde fueron en búsqueda de buenas y grandes ideas y experiencias. Con una carta que se centra en el sushi, el lugar rinde tributo a la gastronomía nikkei, capaz de combinar la comida y técnica japonesa con la creativa cocina peruana. Y no se queda allí; por el contrario, ofrece una vivencia singular enfocada en el disfrute a través de todos los sentidos.
"Es un ambiente vibrante capaz de contagiar a todos nuestros clientes una energía especial, la que nos ha permitido cruzar fronteras y posicionarnos como una marca exitosa no solo en Perú sino en el mundo entero", describen sobre su ambiente los gestores del restaurante, que agregan: "Osaka es una sinergia que combina técnicas japonesas milenarias con los mejores sabores e ingredientes peruanos. Un ambiente casual, buena música, luces tenues y una cosmopolita barra crean una propuesta gastronómica única que toca todos tus sentidos".
Conocida como la nueva cocina nikkei, esta puesta se vive en Osaka a partir de la entrega de su equipo a un proceso creativo sin restricciones que apuesta por la innovación. "Nuestros clientes nos consideran la mejor cadena de restaurantes de comida nikkei. Así como contribuimos a llevar a la gastronomía peruana y sus fusiones a las mejores plazas del mundo -nacimos de la fusión peruana y japonesa-, también fuimos pasando por distintas etapas de maduración. Después de muchas cartas, nuestra propuesta se basa en una fusión más amplia y elegante sin dejar de lado las influencias de la cocina peruana", reflexionan desde el lugar sobre su evolución.
Aunque se mantiene a la vanguardia y cuenta con una identidad propia que ofrece una experiencia gastronómica única, la esencia de Osaka se remonta a un mestizaje cultural que tuvo lugar más de 100 años atrás, cuando casi 7.000 japoneses viajaron a Perú. "A su llegada comenzaron a cocinar comida japonesa con los ingredientes peruanos disponibles, creando así platos que combinaban la simplicidad con la precisión de las técnicas culinarias orientales. Hoy en día Perú tiene la segunda mayor población japonesa en América del Sur y, a medida que ha ido aumentando, el movimiento nikkei se ha convertido en una fuerza culinaria dominante tanto en el país como en el extranjero", describen desde el espacio con dos sedes porteñas.
Sobre un secreto clave de su detrás de escena, desde Osaka destacan que "lo más importante es cuidar el producto final haciéndole frente a los costes elevados, que ascienden por la calidad y frescura de los ingredientes". A su vez, insisten en que "es primordial saber que al momento de comer sushi la calidad de la materia y la mano de obra elevan el costo y por lo tanto el precio de venta". Y sumado a lo anterior, añaden que el verdadero diferencial con respecto a otros jugadores del segmento es no solo la utilización de productos destacados sino también sus técnicas de trabajo a la altura de los mejores restaurantes del mundo y un equipo capacitado en todas las áreas. "Es el resultado de muchos años de trabajo y esfuerzo para poder ofrecer una propuesta para viajar a través de los sentidos", subrayan al final. En la actualidad la empresa se ha posicionado como un exponente de la alta cocina gracias la riqueza de sus productos.