La empresa argentina que es líder en América Latina ahora llega a Estados Unidos: cuál es la clave para innovar en un mercado hipercompetitivo
Fernando Martínez, fundador y CEO de Muchtek, anticipa que este año pondrán un pie en el mercado estadounidense. Además, invertirán US$ 2 millones para seguir creciendo con nuevos productos. Cuáles son sus tres pilares para el éxito, según su visión.

En un mercado como el argentino, sostener una trayectoria empresarial ininterrumpida durante dos décadas no es tarea menor. Hacerlo además desde una industria como la del PVC, apostando desde el inicio por la innovación tecnológica, el diseño y la sustentabilidad, convierte a Fernando Martínez en un referente clave del entramado productivo argentino. Fundador y presidente de Muchtek, Martínez es protagonista de una historia que combina visión estratégica, resiliencia y una apuesta permanente por el desarrollo nacional con proyección regional.

Muchtek nació en 2005, con una fuerte convicción: transformar el legado familiar vinculado al PVC en una empresa con fuerte visión tecnológica y peso en la región. Con una inversión inicial que incluyó la incorporación de tecnología europea de punta y un equipo de profesionales altamente capacitados, Martínez dio el primer paso de un camino que llevaría a su empresa a convertirse en la número uno del país en la fabricación y exportación de perfiles para aberturas y productos arquitectónicos de PVC.

Hoy, con más de 50.000 obras realizadas en América Latina, presencia en 16 países y filiales en Brasil, México y Chile, Muchtek no solo lidera el segmento con el 60% del mercado, sino que también proyecta un 2025 con números aún más ambiciosos: U$S 52 millones de facturación y una inversión estimada en U$S 2 millones destinada a ampliar su capacidad productiva y diversificar su catálogo. Todo eso tras haber cerrado 2024 con una facturación de U$S 35,2 millones y un ritmo de producción de 1000 toneladas mensuales.

En una planta de 7000 m² equipada con la más alta tecnología y controles de calidad bajo normas europeas, Muchtek abastece la creciente demanda local e internacional. Además, cuenta con un centro logístico de 3000 m², una planta propia de reciclado y una planta específica de laminados de 2000 m². Con este entramado, la compañía fabrica más de 12.000 toneladas al año y garantizar stock permanente.

Pero el crecimiento de Muchtek no se entiende solo en términos de volumen o expansión territorial. La empresa también supo posicionarse como un caso emblemático en términos de sustentabilidad e innovación. Aprovechando las propiedades del PVC —su durabilidad, eficiencia energética y capacidad de ser reciclado manteniendo sus cualidades técnicas—, la firma consolidó un modelo de negocio que combina responsabilidad ambiental con excelencia en diseño y rendimiento.

 

Muchtek proyecta un 2025 con una facturación de U$S 52 millones 

 

Un ejemplo de esta sinergia entre tecnología, estética y conciencia ecológica es la línea In&Out Design, una colección de productos arquitectónicos desarrollados bajo el concepto de ecodiseño. Con una amplia variedad de colores, texturas y aplicaciones, ofrece soluciones tanto para espacios residenciales como comerciales.

"Siempre vamos con la mente abierta a tratar de escuchar qué es lo que el mercado nos pide", dice el empresario, que este año tiene como gran objetivo conquistar el mercado estadounidense.

¿En qué proyectos están trabajando actualmente?

Hoy estamos tratando de potenciar la marca en nuevos mercados de exportación, y consolidando los mercados donde ya estamos fuertes en la región. Este año sumamos presencia en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, donde ya empezamos a exportar. El gran desafío que tenemos es entrar en Estados Unidos. Estamos trabajando desde el 2019 para lograrlo, primero con la aprobación de la materia prima que exige el país para entrar, que lo hicimos en el 2020, y eso permitió que ya este año clientes nuestros de México puedan empezar a exportar ventanas terminadas. El mercado de Estados Unidos maneja tipologías de ventanas distintas a las latinoamericanas, como por ejemplo la guillotina, cuya matriz nos acaba de llegar, así que este año vamos a empezar a transitar ese camino de exportación a un mercado hipercompetitivo y distinto al que estamos acostumbrados. 

 

¿Cómo es el proceso de ingresar a un nuevo mercado? 

Hoy en casi todos los países donde exportamos, tenemos distribuidores y/o representantes,  salvo en Brasil, Chile y México que tenemos centro de distribución propio. Para Estados Unidos pensamos poner un centro de distribución para abastecer de manera rápida y fluida el mercado. A partir de cómo evolucione el negocio, la idea es poner una pata productiva para achicar las distancias. Hoy todo el producto en una primera instancia es producido en Argentina, pero seguramente si funciona como pensamos, algo  a nivel productivo tendremos que tener ahí como para dar un servicio y un abastecimiento mucho más rápido. Las distancias de exportación y los tiempos a veces pueden jugar una mala pasada y Estados Unidos maneja tiempos muy concretos y muy precisos porque el sistema constructivo es muy rápido. 

 

Hoy estamos tratando de potenciar la marca en nuevos mercados de exportación

 

¿Cómo logran adaptarse a las costumbres y exigencias de cada mercado? 

En algunos países tenemos equipo comercial que es de la zona, con lo cual entiende la idiosincrasia, las soluciones, los tiempos y las necesidades, pero siempre vamos con la mente abierta a tratar de escuchar qué es lo que el mercado nos pide. No queremos imponer lo que para nosotros es costumbre en Argentina porque probablemente en otros países nos encontremos con que hay soluciones técnicas distintas a las que usamos, por lo que vamos escuchando qué es lo que necesitan y siempre vamos desarrollando productos que complementan lo que tenemos. 

¿Qué medidas estuvieron tomando estos años para ir hacia un camino de más innovación? 

Desde el primer día, hace más de 20 años, cuando arrancamos con este negocio, siempre fuimos a buscar tecnología. En los orígenes arrancamos con tecnología italiana y alemana. Después migramos a una tecnología austríaca que era superior. Básicamente, creo que tenemos tres pilares. Uno es tener la mejor tecnología, que es equivalente a la que hay en Europa o incluso en Estados Unidos. Segundo, tener acuerdos con los mejores proveedores de materias primas. Y tercero, y no menos importante, el equipo de trabajo. Argentina tiene una calidad de gente que está acostumbrada a tener un alto nivel de adaptación y de predisposición, y especialmente en el comercio exterior siempre te obliga a ser muy creativo, flexible y dinámico. 

 

Y hoy el mercado local, ¿cómo está? 

El PVC es muy fuerte en todo lo que es casas y ese mercado se resintió un poquito el año pasado. Sin embargo, por suerte viene ganando cada vez más participación en el mercado, con lo cual, de alguna manera, no se sintió tanto. Lo que empezó a crecer mucho es la propiedad horizontal y eso compensó. En paralelo estamos trabajando en desarrollar provincias donde no éramos tan fuertes, pero donde vemos muchas posibilidades, por ejemplo Neuquén, con Vaca Muerta, que tiene mucho potencial. 

Van a hacer una inversión de US$ 2 millones. ¿A qué estará destinada? 

Una parte de la inversión está destinada a nueva matricería para perfiles de ventanas para el mercado americano. Otras son soluciones técnicas que pueden servir para el mercado brasilero, para el centroamericano y también para el argentino. Hay productos nuevos que estamos lanzando, estamos desarrollando un deck con una tecnología alemana que se presentó el año pasado  en la feria más importante a nivel mundial y vamos a ser de las primeras empresas en el mundo en fabricarlo localmente. Después tenemos la unidad de negocios In&Out Design, una línea de revestimientos, que está en desarrollo y en la que venimos invirtiendo en nuevos productos para complementarla. 

¿Cuál es la estrategia de sustentabilidad con la que están trabajando?

Hace dos años inauguramos una planta de reciclado. El PVC tiene la ventaja de que es un producto muy noble, 100% reciclable. Hacer la planta de recuperación fue el eslabón fundamental para poder desarrollar productos basados en el Ecodiseño, utilizando un porcentaje de material reciclado. Promovemos mucho la economía circular dentro de nuestra empresa, dándole todas las posibilidades para lograr el mayor ciclo de vida de los productos. Ahora, además, estamos haciendo un análisis del producto para determinar la huella de carbono junto al INTI. Estamos trabajando mucho en la eficiencia energética, pero de forma amigable con el medio ambiente y sin generar desperdicios.