Con más de diez años en Red Hat - y 40 en la industria IT-, Gilson Magalhães se ha convertido hace apenas unos meses en el Vicepresidente y General Manager para América Latina de la compañía. Desde esa posición, se enfrenta al gran desafío de seguir por la misma senda de crecimiento: para Red Hat, Latinoamérica ha sido la región que más ha crecido en el mundo por séptimo año consecutivo.
"Ocupar este rol implica una realización personal y profesional, con un nivel de influencia un poco mayor en América Latina. Está alineado con mi preparación, mi carrera, lo que procuré desarrollar a lo largo de 40 años en el mundo TI, poder ayudar a los equipos a seguir con el éxito que esta organización tiene es un gran reto, y una motivación", expresaba el ejecutivo que estuvo de visita en Buenos Aires.
"El desafío personal pasa por garantizar que la organización en Latam siga haciendo lo que ha hecho por mucho tiempo: crecer", decía. "¿Y quién hace eso? Los equipos. Entonces yo tengo que garantizar que no voy a hacer nada que intervenga en lo que este equipo ha hecho siempre".
En este sentido, consultado por los pilares que permitirán, según su mirada, seguir por esa senda de crecimiento, Magalhães enumeraba: "En primer lugar, tenemos un crecimiento global muy acentuado que está basado en el crecimiento orgánico de nuestras tecnologías que viene de la atracción y adopción normal, un cliente es referencia para otro".
Luego, seguía, "hay también otras oportunidades vinculadas con la adopción de nuestra visión híbrida, y va por encima del crecimiento orgánico: virtualización. Tenemos una solución muy competitiva justamente por la mirada híbrida".
Por último, inteligencia artificial. "Ahí es donde está la inversión y la apuesta más fuerte de la compañía", enfatizaba el vocero.
Sobre esto, profundizaba: "Nos encontramos en un momento en el que la IA Generativa está generando mucho entusiasmo. Los CEOs de las compañías quieren implementarla sí o sí, incluso sin saber para qué. Hay muchas compañías peleando en ese terreno, es una especie de océano, con muchos jugadores, y el 30 % de todo lo que se invirtió aún espera mostrar sus resultados".
En este sentido, la empresa propone el concepto de Small Language Model. "Se trata de tomar todo el gran paquete que brindan los LLMs y crear uno menor totalmente open source basado en datos que son publicados. Es decir, proponemos hacer algo que sea menor, más liviano, que esté listo para necesidades concretas de las corporaciones, de los negocios".
De esta forma, Red Hat promueve una alternativa más accesible y sostenible frente a los modelos de IA de gran escala permitiendo a las organizaciones adoptar soluciones de IA personalizadas sin enfrentar barreras tecnológicas o de costos, abriendo así nuevas oportunidades para empresas de todos los tamaños.
Sumado a ello, ampliaba el ejecutivo, "a partir de nuestro modelo híbrido, el desarrollo puede estar on-premise, las instalaciones de clientes, o en la nube. Y ¿por qué es importante que esté en las instalaciones? Por la soberanía de datos, algo crítico para nosotros. No se necesita que los clientes pongan los datos en la cloud, por lo que se garantiza que no haya sesgos".
Esta seguridad, tanto como la flexibilidad, robustez y transparencia que promueven desde Red Hat, se materializa a través de la infraestructura OpenShift AI, ejemplo de cómo las empresas pueden construir, implementar e integrar proyectos de IA de manera eficiente y segura. Diseñada con "seguridad por diseño", esta plataforma permite a los desarrolladores trabajar en nubes públicas, privadas o en el Edge, garantizando altos estándares de protección de datos.
Lo que hace, ampliaba Magalhães, "es monitorear todo lo que está sucediendo en la organización, es decir, es una arquitectura que orquesta el desarrollo de AI en las compañías. Esta 'orquestación' es la clave de nuestra estrategia, en eso radica nuestro valor para el mercado, algo que probablemente pocas empresas en el mundo puedan ofrecer".
IA, un camino nuevo para todos
"La IA nos presenta un camino nuevo a todos, incluso a Red Hat", mencionaba el responsable máximo para la región de la compañía. "Nuestra relación con IBM nos permite contar con una oferta muy poderosa".
Este camino de aprendizajes también lo es para los partners. "Tenemos que transitar juntos este nuevo escenario, desde Red Hat les estamos dando la oportunidad para que hagan la transición junto a nosotros. La IA más que una ola, es una fuerza transformadora que remodelará el panorama empresarial".
El ejecutivo explicaba también que Red Hat se encarga de ofrecer las soluciones, la arquitectura, pero "son los partners lo que conocen al cliente, sus necesidades, los posibles casos de uso".
Se desprende a partir de ello, más que nunca, la idea de co-creación. "Yo tengo la tecnología, pero no entiendo del negocio como los partners. No entiendo cómo el cliente va a pensar en usar esta tecnología para cambiar su negocio. A partir de eso se genera un diálogo, un intercambio, la posibilidad de co-crear y dar lugar a un nuevo mundo de posibilidades tanto para el negocio como para la tecnología".
Agentes de IA, el caso de uso por excelencia
Consultado por los sectores en los que hay una mejor perspectiva de implementación, Magalhães prefiere hablar de casos de uso en lugar de distinguir por industrias.
En este sentido, daba como ejemplo de "una primera ola" a los chatbots, y decía que todas las industrias que tienen contacto fuerte con clientes y necesitan tener una dinámica fuerte con ello son los primeros casos de uso. Aquí, cuando se habla de agentes, bancos, telcos y retail probablemente lleven la delantera.
Luego, comienza a darse cierta especialización y personalización en determinadas industrias, que el ejecutivo denomina como una "siguiente ola". Aquí podemos pensar en el desarrollo de ciertos aplicativos, por ejemplo, para evaluar determinadas variables y tomar decisiones a partir de ello. En este caso, explicaba, "son agentes para soluciones puntuales, precisas, que permiten la modernización del proceso de producción".
2025, ¿el año del retorno de la inversión en IA?
Probablemente 2024 haya sido un año en el que la inteligencia artificial dejó de ser una opción para pasar a ser una realidad en las organizaciones. Sin embargo, aún hay muchas dudas en cuanto al verdadero retorno de inversión que representan este tipo de inversiones.
Sobre ello, el ejecutivo coincidía en que aún es muy bajo el retorno en base a la inversión. Sin embargo, aclaraba, "sí estamos viendo ahora proyectos más maduros y racionales, con una mirada en el ROI. Creo que cada vez la inversión será más concentrada en agentes para temas puntuales de industria y es ahí donde comienza a verse un retorno de inversión fuerte y donde vemos una gran oportunidad desde Red Hat al tener la capacidad de orquestar esas necesidades".
Frente a esto, y ante la inquietud sobre qué hace que una implementación sea exitosa o no; cuánto de responsabilidad tiene la tecnología en sí misma; y cuánto los líderes que gestionan esa tecnología, Magalhães era contundente: "El éxito de una implementación depende 100% del humano. ¿Qué quiere que la AI haga por su negocio? Esta pregunta necesita ser hecha por un humano. ¿Y quién va a ser el gran ganador? La empresa que tenga la capacidad de hacer las preguntas adecuadas para este momento".
A partir de eso, seguía el ejecutivo, "se darán los diálogos necesarios, la co-creación de la que hablábamos. En este contexto, quien no tenga una mirada clara de cómo usar la IA corre riesgo de quedar obsoleto para el mercado en poco tiempo. Tenemos que entender que hay una herramienta muy poderosa que va a definir el futuro de nuestro trabajo, que nos puede hacer más productivos. Y cuando nos tornamos más productivos, solo podemos crecer".