Su nombre inmortaliza el mes del año más asociado con el disfrute, el relax, las vacaciones. Pero Enero es un restaurante que ofrece celebrar la vida todo el año.
Consolidados tras la reapertura (inauguraron hace cuatro años pero por la cuarentena llevan dos netos de gestión) dos de sus dos co founders, Diego Rosignuolo y Toto Lafiandra, cuentan a Forbes cómo trabajaron para constituirse en la gran opción gastronómica de la Costanera, en Av. Rafael Obligado 7180.
Además, Rosignuolo, CEO de Enero, y Lafiandra, CMO del restaurante, anticipan planes de inversión y explican cómo capitalizaron el tiempo de la pandemia.
- ¿Cuáles son los conceptos gastronómicos que están siendo exitosos en la ciudad de Buenos Aires y por qué?
DR: Hay una demanda alta en función del encierro que hubo, de la no posibilidad de viajar. Hay una gran necesidad de recreación, de disfrute. Cambiaron las prioridades, y la gastronomía es una salida en la que se comparte lo recreativo con lo social, que también estuvo postergado y ahora podemos darnos esos permisos.
TL: Todos necesitábamos darnos gustos, y en Enero ofrecemos varios porque se disfruta en todos los aspectos. Tenemos muchas propuestas, no solo los platos sino la coctelería de autor. Nuestro target es exigente y notamos que el momento que pasan en el local es cada vez más largo. Está claro que había mucha contención en las oportunidades de festejar.
-La pandemia seguramente trastocó sus planes de expansión a poco menos de un año de estar en funcionamiento. ¿Cómo lograron adaptarse y sobreponerse?
TL: Enero no pudo hacer delivery por su ubicación en la Costanera, y tampoco take away porque no hay viviendas en su radio de influencia así que sufrimos la cuarentena pero nos ayudó a reorganizarnos, a parar la pelota y acomodar el barco. Y no hay mal que por bien no venga: Enero picó en punta cuando se liberaron las restricciones, incluso estando rodeado de otros siete lugares de encuentro que son también chics.
-¿Por qué creen que sacaron ventaja ante la competencia?
TL: Por varios motivos. Por un lado, tenemos un importante espacio al aire libre (70% de nuestras sillas están afuera) que a la vez es interno, lo que da más seguridad. Pero a su vez dentro del punto de entretenimiento de la ciudad que es la Costanera hicimos esfuerzos para diferenciarnos a través de estrategias de comunicación y marketing, como lanzamientos, degustaciones, eventos. Generamos muy proactivamente que vuelvan a elegirnos.
-¿También pusieron énfasis en lo corporativo?
DR: Sí, armamos una propuesta gastronómica en formato cocktail, incorporamos personal que nos acercó a agencias y grandes marcas y así organizamos grandes eventos corporativos, tanto diurnos como nocturnos, para empresas como Samsung, Mastercard, Santander, Samsonite. Muchas marcas hacen acá sus presentaciones de productos, privilegiando nuestro espacio al aire libre.
TL: En ese sentido también son importantes nuestras alianzas con marcas de bebidas porque hicimos lanzamientos en conjunto por ejemplo con bodegas como Catena Zapata, Grupo Chandon y Salentein; cervezas como Miller, y marcas de espirituosas como Bombay Sapphire, Aperol, Johnny Walker y otras.
-En lo gastronómico, ¿por dónde creen que pasa el diferencial de Enero?
DR: Invertimos fuerte en equipamiento. Lo más complicado en un restaurante con 400 cubiertos como el nuestro es que los platos siempre mantengan la misma calidad y presentación. Por eso hicimos una renovación tecnológica pero además incorporamos gente joven y talentosa, como el chef colombiano Diego Hernández Olave, que nos ayudó a renovar la propuesta y sigue al frente.
TL: Trabajamos para llegar a ser un clásico, y para eso tenemos que darles a nuestros clientes una cocina internacional, joven, moderna, con un gran servicio, en un lindo lugar, que tengan a disposición buena coctelería. Son hijos de los que hicieron de las parrillas tradicionales de la Costanera su clásico, y queremos que construyan en Enero el propio.
-¿Cómo describen al target que los elige?
TL: Trabajamos durante un año y por la cuarentena tuvimos que cerrar. Durante ese tiempo targetizamos la marca y le armamos el futuro punto de encuentro al segmento. Nuestro público tiene entre 25 y 50 años, un nivel socioeconómico alto. Es gente que marca las tendencias en cada lugar al que pertenece y por eso siempre apuntamos a ofrecerles no solo gastronomía de calidad sino entretenimiento cultural y diversión: renovamos las cartas, las lanzamos en redes, organizamos muestras de arte, tuvimos presencia de DJs para que acompañen nuestro momento de relax cuando termina la comida. Todo lo hacemos sin perder el foco en lo gastronómico. Tenemos 12 mesas para más de 10 personas, lo que genera la posibilidad de festejos en grupo. Y para nosotros los extranjeros son los mejores RRPP del mundo porque no solo marcan que Enero es un lugar internacional sino que nos difunden en sus segmentos.
DR: Lo importante es que en el restaurante conviven tanto las celebrities, las modelos, como las familias. Es un lugar tan instagrameable, tan único, que mucha gente del ambiente de la moda lo elige de noche para venir con amigos y de día con sus familiares. Enero es una marca fresca e inclusiva.
-¿Se sienten representados con la definición de Enero como lugar de cocina internacional con toques de autor?
TL: Sí. Investigamos ideas en el mundo, no solo sabores. Buscamos vajilla, materia prima, formas de emplatado, mejoras en el servicio que puedan inspirarnos.
DR: Nos interesa mucho que la propuesta tenga en cuenta lo visual, lo estético, la arquitectura, el diseño. Es por eso que Enero es un lugar muy elegido para producciones de fotos.
-Ofrecen una carta con enorme variedad, que va desde sushi hasta pastas, ensalada, carnes con cocciones de 12 horas a temperatura controlada, patisserie… ¿Qué desafíos presenta ese abanico amplio?
DR: Es muy complejo manejar un despacho así porque hay que estar muy atento a los detalles. Somos de criticar mucho, y por suerte nuestro equipo de cocina responde. No es fácil dar calidad y modernidad con tanto volumen y tanto cuidado de los detalles.
TL: La nuestra es una gastronomía muy femenina, si se quiere, porque es muy saludable e incluye muchos platos vegetarianos. Pero sí, ofrecemos mucho más.
-¿Cuáles son los rasgos distintivos de la barra de tragos?
DR: Está a cargo de Martin Rolando, y muy alineada a nuestra gastronomía. Presenta la misma complejidad, ya que atiende mucho volumen de consumo con enorme detalle y propone una extensa carta de coctelería clásica y de autor.
TL: Es una barra fresca, no tan de carácter nocturno como la de otros lugares a pesar de que abrimos también de noche. Uno de nuestros diferenciales es que tenemos vajilla especial que resalta en gran medida la coctelería de autor.
-¿Qué proporción representan las bebidas en el negocio gastronómico de Enero y qué cantidad de empleados tienen?
DR: Las bebidas (no solo alcohólicas) constituyen el 35% del consumo en el local. En cuanto a personal, entre empleados eventuales y fijos tenemos entre 50 y 60, o incluso a veces más, por ejemplo en el pico de la temporada alta.
-¿Cómo gestionan los recursos humanos en un contexto gastronómico tan competitivo para retener talentos?
DR: Trabajamos con un equipo que gestiona los RRHH, no sólo para reclutar sino para capacitar a los empleados. Al lado tenemos restaurantes con 30 años de experiencia y eso nos desafía a estar en ese nivel. Somos competitivos desde un lugar sano y honesto.
TL: Sí, eso nos pone la vara alta y nos demanda mucha gestión, porque tenemos un público muy exigente que va a esos lugares y entonces buscamos dar un servicio único que esté a la altura de lo que nuestros clientes acostumbran consumir.
-¿Cuáles son los principales proyectos? ¿Tienen previstas aperturas en el país o en exterior?
DR: en lo que resta del año y en 2023 vamos a seguir invirtiendo en el país y también estamos en tratativas para abrir un local en el exterior. En Argentina, estamos trabajando en una apertura en la zona norte de Buenos Aires, con una propuesta de impronta un poco más rural y familiar que la de Costanera. En el extranjero, avanzamos con socios estratégicos de ese país.
En ambos casos se mantiene la idea nuestra de crear grandes superficies, ofrecer un volumen de cubiertos importante, brindar una estética especial y generar un punto de encuentro social.
TL: No vamos a perder la esencia de Enero, que es el combo perfecto de fine dining y entretenimiento.