Y la respuesta más apropiada sería: claro que sí. Siempre en la medida en que nuestros esfuerzos se centren en seguir construyendo historia junto a quienes eligen nuestros productos y servicios, se vuelve cada vez más imperativo definir la sostenibilidad de los negocios teniendo sobre la mesa de trabajo una agenda de triple impacto.
Gestionar la sustentabilidad es una cuestión de preposición; nos referimos a ella "desde" y no "para" un objetivo de negocio. En nuestro sector, el automotriz, fue esencial visibilizar la gestión en el afuera, credibilizarla en la interna, para cristalizarla finalmente en la cultura organizacional. Tarea no sencilla pero vital para instalar el propósito y que éste genuinamente atravesara el corazón del negocio.
Ubicar entonces a la ahora bien llamada sustentabilidad en el core business bajo premisas claras y acciones concretas se vuelve el motor que potencia y moviliza los objetivos corporativos cristalizada en una cultura que respira a la sustentabilidad en todas sus áreas de gestión.
En 2021, cuando ante una asamblea de accionistas en Francia se presentó el nuevo mirada de la marca Renault, colocando a la sustentabilidad en el corazón de la estrategia corporativa, llamada "Renaulution" (apócope de Renault + Revolución), resolvió una tarea titánica de co-construcción que permite continuar evolucionando, del paradigma tradicional filantrópico -como fuera conocido en sus inicios a la misión de la responsabilidad social corporativa- para gestionar el paradigma del desarrollo sostenible con un negocio de triple impacto.
Perseguir una transformación hacia una compañía verde, tecnológica, que brinda servicios y todo lo necesario a la movilidad adicional a solo fabricar autos, redundó entonces en una nueva filosofía de "Car-maker, Care-makers". Bajo este juego de palabras nos orienta a la fabricación de vehículos, cuidando tanto a quienes los diseñan, los producen y quienes los conducen, tomando en cuenta el planeta donde circulan. Este propósito se traduce en tres grandes campos de acción: la seguridad, el ambiente y la inclusión.
Desde la seguridad, el objetivo es repensar la industria incorporando la tecnología al servicio de los vehículos, así como también se trabaja en garantizar la salud y seguridad de todos los colaboradores en el entorno laboral. Bajo el eje ambiente, el foco es seguir profundizando nuestro compromiso para continuar trabajando en la búsqueda de una compañía verde, comprometiéndonos con la neutralización de nuestra huella de carbono y trabajando en la optimización de los recursos que se insumen. Finalmente, desde la inclusión, buscamos repensar la organización apoyando la transformación del negocio, promoviendo la igualdad de oportunidades en un entorno diverso e integrador, desarrollando las competencias necesarias para los trabajos del futuro.
Bajar a la realidad cada eje es una labor necesaria: esta actividad es apasionante para aquellos que estamos convencidos que las empresas solo tienen la posibilidad de perdurar recorriendo este camino. En más de 10 años de gestión, tuvimos que atravesar todo tipo de terrenos y pensamientos esquivos, pero nos lanzamos a la ruta con la convicción de que no hay futuro del negocio sin una mirada de triple impacto, donde el factor económico pesa y se potencia -y a la vez se equilibra- desde la minimización de impactos ambientales y la maximización del factor social, como garantía de la licencia para operar.
Retomando la tesis original: no hay otro camino que liderar el futuro con una mirada ciento por ciento sustentable. En efecto, es el único.