La aparición del nuevo Coronavirus, en todo el mundo se estudian posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos que buscan dar solución a esta pandemia. En busca de tener resultados en tiempo récord, concentran sus esfuerzos, y de manera coordinada desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), diversos organismos de Estados Unidos, Europa y China hasta decenas de compañías farmacéuticas y de biotecnología.
Actualmente hay 147 vacunas candidatas, de las cuales 18 ya son ensayos clínicos. Lo distintivo del proceso frente a cómo se hacía la investigación clínica anteriormente es la colaboración estrecha, no solo por parte de las compañías farmacéuticas grandes, sino también entre instituciones públicas y privadas, importantes y pequeñas, observa Fernando
Giannoni, director de Asuntos Externos de la Cámara Argentina de Especialidades Médicas (CAEME).
Además del trabajo conjunto entre competidores, llama la atención la velocidad con la que se trabaja. Los estudios clínicos siempre funcionan bajo normas muy estrictas que se denominan protocolos o planes de acción. El desarrollo de un nuevo medicamento es un proceso largo. Hasta que se llega a comercializar, pueden pasar entre 10 y 12 años. En el caso del Coronavirus, hay cientos de grupos en todo el mundo en plena investigación, y se espera que los tiempos se acorten.
La urgencia que nos presenta la pandemia hace que muchos de esos procesos que se hacen de forma secuencial actualmente se realicen de forma paralela, lo que nos va a llevar a tener una vacuna en tiempo récord. Estamos hablando de que sea a fin de año, o a principios de 2021, detalla Giannoni. Mientras intenta lograr esa hazaña histórica, la ciencia gana relevancia. En investigación clínica, los grandes protagonistas son Estados Unidos y Europa, que llevan adelante el 76% de los ensayos clínicos del mundo. La Argentina tiene una participación del 1,2% en el número global de investigaciones (según ClinicalTrials.gov). Y, en este contexto, la cifra podría ser mayor. El país cuenta con las condiciones para ser elegido como destino de inversión de estudios clínicos debido a sus profesionales altamente calificados y centros de investigación de laboratorios que cumplen con los más altos están- dares internacionales.
Hoy la ciencia está en agenda, observa el directivo. Entonces tenemos que aprovechar esta oportunidad que nos presenta indirectamente la pandemia y tomarla para desarrollar mayores estudios clínicos en la Argentina. Eso va a tener un beneficio enorme para los pacientes, el país y los investigadores.