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Adrián de Grazia: “Intel va a liderar una nueva era de transiciones tecnológicas que nacen con la Inteligencia Artificial”

Pablo Wahnon

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La fuerte presencia de Intel en el país cumplió 25 años. Los próximos pasos incluyen un rediseño de arquitecturas y un impulso al ecosistema de inteligencia artificial que va desde lo educativo hasta las tecnologías

4 Diciembre de 2023 13.45

Intel llegó a la Argentina antes de ser Intel. Por los pasillos de Ciencias Exactas, aún muchos recuerdan cuando el mítico Daniel Farías, uno de los mejores oradores de la industria, trajo la marca desde su empresa Dafsys como representante exclusivo. Pero en lugar de ser un manager más, Farías podía hablar ante un auditorio repleto de estudiantes y especialistas en matemáticas, física y computación y contestar sus preguntas. Dentro de esa joven generación había uno que provenía de la ingeniería y que fue lo suficientemente curioso como para acercarse a Farías y comenzar a trabajar en Dafsys. Adrián De Grazia es el último hombre que lleva en su piel a Intel Argentina aún antes de que naciera. 

“Yo quería trabajar con Intel, me parecía fascinante todo lo que estaban haciendo. Desde Dafsys nombramos distribuidores y realizamos eventos masivos. El poner el procesador en una cajita que posibilite el armado de PCs fue toda una revolución desde el punto de vista comercial, y que culminó con el programa de los IPIs o Intel Product Integrators (hoy IPAs o Intel Partner Alliance) a partir del cual se crearon una gran cantidad de pymes”, recuerda Adrián De Grazia.

Intel decide tener presencia propia y la sociedad se inscribe el primero de enero de 1998 un hito histórico del cual Daniel Farías, Adrián de Grazia y Sergio Vera fueron sus primeros empleados. Intel Argentina pasaría a tener cada vez más visibilidad dentro de la organización, tal es así que varios de sus CEOs, como Craig Barrett (sucesor de Andrew Grove, uno de los fundadores de Intel) y Paul Otellini, visitarían Buenos Aires. 

El negocio de Intel fue creciendo y se asumieron nuevos retos como instalar una fábrica de software en Córdoba que llegó a tener 400 personas, y luego se integró a McAffe (entonces una división de Intel que posteiormente se vendió). “Ese equipo mostró el alto valor agregado que podemos dar y sus profesionales hicieron grandes carreras tanto dentro como fuera de Intel”, señala De Grazia. 


El otro gran desafío fue el de proveer los equipos para el programa Conectar Igualdad. “En Argentina llegamos a producir 8 millones de computadoras que impactaron en la vida de millones de chicos”, señala De Grazia. 


Con la designación de Lorena Zicker, hoy en AWS, Intel tuvo su primera Country Lead mujer, mientras el negocio se reconfiguraba para adaptarse a las nuevas oportunidades. Sucede que las técnicas litográficas fueron evolucionando hacia el extremo ultravioleta. La complejidad fue tan grande que Intel, junto a Samsung y TSMC, invirtieron en ASML, una compañía especializada en crear máquinas capaces de imprimir procesadores con esta tecnología. Cada máquina sale USD 200 millones y transportarla ocupa dos aviones. Los avances de Intel en el país incluyeron proveer una supercomputadora para el Servicio Meteorológico Nacional que está entre las 100 mejores del mundo.

En la actualidad, Intel se propuso dar un nuevo salto y desarrollar cinco nodos (avances en el diseño y tipo de tecnología de procesadores) en solo 4 años, superando a sus competidores. Se espera que a mediados del año que viene se alcance la meta Intel 20A (un equivalente a 2 nanómetros), adelantándose a las previsiones. “Lo interesante es que ahora además podemos fabricar para terceros, es decir que otra compañía nos puede dar su diseño de procesadores y nosotros lo fabricaremos. Esto abre una nueva era para Intel”, señala De Grazia. Todas estas tecnologías son además parte del core que hace posible la IA de nueva generación, donde los procesadores de Intel adquieren funcionalidades específicas de IA para garantizar la mejor performance.
 
Las nuevas innovaciones de Intel hacen que la ley de Moore siga vigente y el problema parece centrarse en la cadena de suministros de chips. “Hoy hay chips en todos lados, por ejemplo, en la industria automotriz la demanda es muy grande. Por eso estamos invirtiendo para tener suministros de chips también basados en Latam”, agrega De Grazia. 

Por otra parte, la democratización de la inteligencia artificial es otra de las áreas donde están trabajando por un lado para que sus procesadores puedan correr nativamente ciertos procesos de la IA tanto desde el lado del data center como desde una PC. Y por el otro invierten muy fuerte en educación. Con el programa SFI (Skills for Innovation), lograron formar a más de 1500 docentes de manera facilitada y más de 420.000 personas en Workshops y contenidos autoadministrados. Además, tienen el programa AI4Y (Artificial Intelligence for Youth). “Es esencial que los jóvenes adquieran habilidades y recursos necesarios para comprender la IA, su alcance y relevancia en el entorno digital”, remata De Grazia.

Fomentar la pasión por aprender, que se encienda la llama de la curiosidad, como la que sintió aquel joven hace más de 25 años, es lo que hace de Intel una empresa que va aún más allá de la ley de Moore. 

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