Rescataron una destilería fundida, rompieron las reglas del whisky y hoy revolucionan la industria con sus productos
La destilería Islay supo ser una de las mejores de Escocia pero problemas financieros llevaron a su cierre en 1994. Casi diez años después, Mark Reynier y Jim McEwan reconstruyeron la empresa y en la actualidad sus productos son valorados en todo el mundo.