La idea del contrato es una figura presente en el mundo inmobiliario. El contrato confiere protección jurídica a las partes que convienen una compra o venta, con base en las leyes de la nación. Dicho instrumento es un medio para establecer claramente derechos y responsabilidades.
Los contratos de arrendamiento son evidentemente frecuentes puesto que la necesidad de vivienda nos concierne a nosotros como personas, cuya mayoría no es propietaria.
Se puede decir que todos conocemos los contratos y que, sin saber mucho sobre términos de abogacía, tenemos alguna idea sobre ellos.
Recordemos que este instrumento está diseñado para hacer uso de algo -en préstamo- a cambio de un valor.
Pero, ¿qué es el contrato de comodato? Pues bien, en este artículo te daremos información acerca de ello y del sentido práctico que tiene este contrato en el contexto inmobiliario.
El contrato de comodato: ¿sabes qué es?
El contrato de comodato de inmueble representa una forma de ceder el uso de un inmueble a una persona de manera legal, con la particularidad de que no existe la obligación de pago o compensación monetaria a cambio. Esto se sustenta en el Código Civil Federal en su artículo 2497.
Se destaca la facultad de uso cedida bajo la responsabilidad de devolución en óptimas condiciones una vez culminado el plazo contractual. De hecho, es en el contrato de comodato que el dueño del inmueble fija unilateralmente las condiciones de uso, así como las obligaciones contractuales y quién tiene derecho sobre el inmueble.
El comodato es distinto al arrendamiento, y cualquiera que sea su tipo (financiero u operativo) se alínea bajo la figura de arrendamiento o usufructo.
La Ley en México permite esta posibilidad del comodato. Ahora bien, la industria inmobiliaria continúa avanzando con desarrollos inmobiliarios en Monterrey, residenciales en Querétaro o con departamentos en venta nuevos en la CDMX para mayor comodidad y autonomía.
¿Quién puede celebrar un contrato de comodato?
Se puede dar el caso de que, por alguna razón, un propietario necesite de alguien que cuide su propiedad, lo cual daría necesidad al requerimiento de un contrato de comodato.
Con el objeto de definir los actores implicados en un contrato de comodato, vamos a designarlos con sus nombres legales: “comodante”, que es el propietario dispuesto a ceder o a prestar su inmueble al “comodatario”, quien hará uso del espacio. Esto según los términos que se apuntan o el objeto del acuerdo.
El comodante es responsable de cubrir gastos de conservación y mantenimiento, de reembolsar al comodatario en caso de gastos urgentes que haya realizado, e informar acerca de los desperfectos ocultos que puedan perjudicar el uso del inmueble por parte del comodatario.
El comodatario debe conservar el inmueble y responsabilizarse del deterioro causado por él, responder ante su pérdida en caso de uso indebido o entregar el inmueble cuando se haya cumplido el plazo.
En caso de los gastos por deterioro natural del inmueble, estos corren a nombre del comodante.
¿Cuáles son los beneficios de un contrato de comodato?
Entre las ventajas de realizar un contrato de comodato tenemos que el comodatario puede usar y disfrutar del inmueble sin tener que pagar renta, lo cual parece una desventaja para el propietario, aunque no necesariamente sea así.
En efecto, el contrato de comodato es verdaderamente ventajoso para el propietario quien legalmente conserva los plenos derechos sobre su propiedad, la cual le será restituida en el tiempo que se estipula en el contrato. Esto es así, gracias a las características del comodato.
Pues entonces, el comodatario está legalmente impedido de alegar bajo la figura de “prescripción adquisitiva de dominio”; ya que el contrato de comodato reconoce la propiedad del comodante.
El contrato de comodato en realidad protege tanto al comodante como al comodatario al especificar claramente el alcance de derechos y responsabilidades de cada uno de ellos, minimizando así riesgos y conflictos.
¿Cómo hacer un contrato de comodato en México?
Las leyes mexicanas te pueden ayudar a vivir en un inmueble prestado. Así que si estás pensando prestar o pedir prestado un inmueble de manera gratuita o pagando solamente los servicios, el contrato de comodato te viene como anillo al dedo.
Para celebrar un contrato de comodato necesitas una identificación oficial, un comprobante de domicilio, el acta constitutiva y la cédula fiscal.
El contrato de comodato debe contener los nombres del comodante y del comodatario, debe especificar las leyes sobre las que se sustenta el contrato, debe tener la declaración del comodante donde diga que el inmueble se cede por voluntad propia y que la propiedad está libre de gravamen.
En las cláusulas del contrato se debe especificar el tiempo en que el inmueble estará en préstamo. Existen elementos que se pueden negociar en el contrato, como el derecho de visita, las causas de rescisión del contrato, la fecha de devolución del inmueble.
Si se da el caso de que se incumpla el contrato por alguna de sus partes, la Ley que se sustenta en el Código Civil Federal se hará cumplir, y el caso podrá llegar a instancias de instituciones de justicia o a las manos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Como dato importante, se recomienda siempre guardar el original y una copia del contrato.
Conoce las cláusulas de este tipo de contratos
Normalmente hacen falta cláusulas concretas que expliquen las características del comodato, y que expongan cada una de las exigencias del comodante con la finalidad de evitar futuros conflictos legales. Comodante y comodatario deben estar de acuerdo.
Así pues, se trata de cláusulas donde se indican fechas exactas de inicio y término, fecha de entrega del inmueble, causales de rescisión de contrato, establecimiento de división de gastos que genere la propiedad (mantenimiento, servicios, impuestos), finalidad y límites de uso del inmueble.
Se destaca que este acto se concibe en carácter jurídico y en términos legales establecidos. Sin embargo, los términos del comodato tienden a ser muy claros en lo que respecta a derechos y responsabilidades de las partes implicadas.
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